Nicolás Carrizo podría hablar este martes. Está preso desde el 13 de septiembre, ya fue dictado como partícipe secundario del atentado, pero la querella reclama que se lo acuse de asociación ilícita junto al hombre que apuntó contra la Vicepresidenta, Fernando Sabag Montiel; y su pareja, Brenda Uliarte, procesados como coautores de intento de homicidio agravado
Este martes se reactiva la investigación por el atentado a Cristina Kirchner. A cuatro meses del intento de magnicidio, hoy volverá a tribunales Nicolás Carrizo, el líder de “la banda de los copitos”, donde será indagado nuevamente por la jueza María Eugenia Capuchetti.
Carrizo se encuentra detenido desde el 13 de septiembre y ya fue sindicado como partícipe secundario del hecho, sin embargo la querella reclama que se lo acuse de asociación ilícita junto a Fernando Sabag Montiel, el hombre que apuntó a la cabeza de la Vicepresidenta, y su pareja, Brenda Uliarte, ambos procesados como coautores de intento de homicidio agravado.
Carrizo será trasladado desde el penal de Marcos Paz hasta los tribunales de Retiro donde se le exhibirán los mensajes encontrados en su teléfono celular. “Recién intentamos matar a Cristina”, decía uno de los textos. Aquella noche del 1° de septiembre escribió, entre otros mensajes: “Recordá esta fecha”, “Esta hdp (sic) ya está muerta”, “No sabés que hicimos con esto”, “Generar miedo”, “Para que el gobierno sepa con quienes se están metiendo”. Al día siguiente del atentado, continuó mandando mensajes con su celular: “Es un golpe que le dimos al gobierno” y “esto se va a poner peor”.
Carrizo ya fue procesado precisamente por el tenor de los mensajes que se encontraron en su teléfono cuando lo entregó voluntariamente al declarar como testigo. Ahí decía: “Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”. En su descargo, el jefe de los copitos insistió en que todo se trató de una broma. “Soy de hacer jodas pesadas, no tuve nada que ver”, insistió.
Sabag fue atrapado por militantes de La Cámpora luego de que le apuntara a la cara a CFK. Mientras que su novia desapareció del lugar, llamó a varios conocidos y se fue a dormir a la casa de un ex novio; luego se encontró con “los copitos” y apareció en televisión junto a Carrizo para desligarse del intento de asesinato. A los cuatro días terminó detenida.
En este marco, la querella de la Vicepresidenta insiste con que hay más personas involucradas en el atentado. Además de Carrizo, acusó a la agrupación Revolución Federal y el financiamiento que, según planteó, recibió de la empresa Caputo Hermanos, propiedad de familiares de un ex alto funcionario de Mauricio Macri, Luis Caputo.