El Gobierno advirtió que el bajo volumen de operaciones en mercado cambiario podía sobresaltar su precio con montos muy bajos antes de las elecciones. Los depósitos del Tesoro que se destinarán para influir en el tipo de cambio son los que se venían ahorrando para pagar la deuda
Un dato puntual del inicio de la semana en el mercado cambiario alarmó al Gobierno, en el tramo final de la campaña para las elecciones legislativas bonaerenses. En los despachos oficiales detectaron un nivel de falta de liquidez que son consideraron peligroso y decidieron, antes del inicio de la rueda este martes, blandir una herramienta hasta ahora no explorada como es la venta directa de divisas del Tesoro.
La sospecha que se disparó en el equipo económico fue que un mercado muy ilíquido estaba expuesto a que con montos muy bajos el tipo de cambio pudiera experimentar saltos bruscos a pocos días de la instancia electoral bonaerense, algo que es exactamente lo contrario a los que intentó instigar el Gobierno en la previa a las elecciones: tranquilidad cambiaria e inflación bajo control.
Esa es la explicación que dan en la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda sobre por qué el Poder Ejecutivo necesitó acudir a este recurso, lo que rompe el concepto de libre flotación sin intervención oficial. El Banco Central todavía se mantiene fuera del mercado -por la vía de ventas de reservas, aunque tomó otro tipo de medidas- pero el que dará el paso al frente es el Ministerio de Economía con sus propios dólares ahorrados.