ABIGEATO. La ola de delitos de este tipo en Santiago del Estero, llega al extremo de la faena y venta de carne de burro.
La tranquilidad rural de la localidad santiagueña de Canal Melero, en el departamento General Taboada, se vio alterada nuevamente por un caso de abigeato y faenamiento clandestino que despertó preocupación entre los pobladores de la zona.
La denuncia, radicada en la Comisaría 41 de Añatuya, reveló no sólo el robo de una ternera, sino también la existencia de un predio oculto donde fueron hallados restos de animales, algunos de ellos asnos, presuntamente faenados de manera ilegal para su posterior venta en comercios de localidades cercanas.
El hecho salió a la luz tras la denuncia de José J., de 27 años, quien informó haber perdido una ternera de pelaje colorado overo y unos 80 kilos de peso, identificada con marca y señal registrada bajo el número 4.292. El animal desapareció el 12 de octubre, alrededor de las 18, cuando el joven realizaba su habitual recorrido por el corral ubicado a pocos metros de su vivienda.
Según su relato, al advertir la ausencia del ejemplar siguió los rastros que lo condujeron hasta el domicilio de un vecino conocido por antecedentes similares, incluso detenido el año pasado por ocasionar daños a caballos en la zona de Vinal Esquina.
En el trayecto, el denunciante encontró restos orgánicos y huesos calcinados, algunos correspondientes a asnos, lo que motivó la intervención inmediata del personal policial.
Los uniformados confirmaron el hallazgo de un área rural con decenas de restos óseos y vísceras quemadas, que describieron como un auténtico “cementerio de animales”. Ante la magnitud del hecho, la fiscal de turno del Centro Judicial Añatuya ordenó una serie de medidas para determinar la responsabilidad del sospechoso y verificar si existe una red dedicada al robo, faenamiento y comercialización ilegal de carne.
Vecinos de la zona denunciaron que este tipo de situaciones no son aisladas y que los productos de las faenas clandestinas terminan en carnicerías y comercios de la región. “Estamos cansados. Los animales desaparecen y después los encontramos faenados. Esa carne se vende y nadie hace nada”, expresó el denunciante con indignación ante los efectivos policiales.
Mientras avanza la investigación, los pobladores de Canal Melero reclaman mayor presencia policial y controles sanitarios, en un contexto donde los delitos rurales y el tráfico de carne sin control generan creciente alarma entre los pequeños productores y criadores de la zona.
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