Hoy se conmemora en todo el mundo el Día de la Diabetes, una patología que genera graves complicaciones asociadas al deterioro en la calidad de vida y a una elevada mortalidad, con una disminución de 5 a 10 años en la expectativa de vida.
Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, establecido en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud con el fin de concientizar acerca de las causas y el tratamiento de esta enfermedad en constante aumento y que ya se la considera una epidemia.
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la producción de insulina (hormona producida por el páncreas que se ocupa de eliminar el azúcar de la sangre), y que por lo tanto produce un exceso de azúcar en la sangre de las personas.
Entre los riesgos que supone padecer esta enfermedad, las personas con diabetes tienen entre dos a tres veces más infartos de miocardio y ACV que aquellas que no la tienen.
La diabetes surge cuando el páncreas no produce correctamente (Diabetes Tipo1) o bien cuando el organismo no utiliza eficazmente (Diabetes Tipo2) la insulina que elabora, que es la hormona producida por el páncreas que se ocupa de eliminar el azúcar de la sangre). La hiperglucemia (aumento de glucosa en sangre) sostenida en el tiempo daña muchos órganos y sistemas, especialmente nervios y vasos sanguíneos.
La Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) alertó del incremento de esta enfermedad que alcanza a más de 4 millones de personas en Argentina, aunque al tratarse de una patología subdiagnosticada, la cifra podría llegar a duplicarse, indicaron desde la entidad sanitaria.
Según el último estudio realizado en 2017 de la Federación Internacional de la Diabetes, para el año 2045 el número de afectados ascenderá a 629 millones. En Argentina, la prevalencia de diabetes es del 11% (+4M de personas), y continúa creciendo: según la Cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizada en 2019 por la Dirección Nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, hubo un incremento de casi 3 puntos respecto a la última medición realizada en 2013.
Asimismo, se registró un aumento en los porcentajes de otros factores de riesgo asociados a la enfermedad como obesidad (20,8 a 25,4), el exceso de peso (sobrepeso + obesidad; 57,9 a 61,6), baja actividad física (54,7 a 64,9) y presión arterial elevada (34,1 a 34,6).
Las estadísticas indican que la proporción de personas con diabetes tipo 2 se incrementa en casi todos los países y coinciden en que 1 de cada 2 de quienes padecen diabetes no están diagnosticadas. En línea con ello, menos del 50% de las personas con la enfermedad tienen un buen control glucémico.
En aproximadamente el 90% de los casos los pacientes son diabéticos tipo 2, es decir, tienen la diabetes que se ocasiona a lo largo de la vida, diferenciada de la diabetes tipo 1 que es la que se padece desde el nacimiento o bien la diabetes gestacional que es la que se genera durante los embarazos en las mujeres.
“La diabetes tipo 2, la más común, es una enfermedad prevenible. Basta para ello incorporar ciertos hábitos saludables a la vida cotidiana como realizar actividad física de manera regular, contar con una dieta sana y controlarse el peso. Es por esto que desde la salud pública es muy importante también trabajar en la promoción de entornos saludables es vital para comenzar a revertir esta problemática”, explicó el doctor Carlos Reguera, médico cardiólogo y Jefe de Medicina Preventiva y Cardiología de INEBA.
El cardiológo explicó que “si bien esta enfermedad no posee cura, el abanico farmacológico es inmenso, permitiendo un control excelente de la patología. Pese a cambiar este año las guías sobre tratamiento con fármacos, las recomendaciones generales siguen siendo las mismas: controlar periódicamente el nivel glucémico, prestar atención al estilo de vida y evitar el sedentarismo, cuidar la alimentación, no fumar, no consumir alcohol en exceso, controlar el estrés y las emociones”.
"La diabetes mellitus (DM) tipo 2 se presenta como una epidemia mundial relacionada con el rápido aumento del sobrepeso y la obesidad, favorecidos por la alimentación inadecuada, el sedentarismo y la actividad física insuficiente, sumado al crecimiento y envejecimiento de la población a nivel global", resaltó Virginia Busnelli, (MN 110351), médica especialista en nutrición y directora del Centro de endocrinología y nutrición CRENYF.
Y agregó: "La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica, silenciosa y degenerativa que es subdiagnosticada, subtratada y muy costosa. Genera graves complicaciones asociadas al deterioro en la calidad de vida y a una elevada mortalidad al evidenciar una disminución de 5 a 10 años en la expectativa de vida.
Según la experta, el efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos. "Existen algunas situaciones que aumentan el riesgo a desarrollar la enfermedad: tener más de 45 años, tener padres o hermanos con diabetes, padecer exceso de peso, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, colesterol elevado, diabetes durante el embarazo, mujeres con hijos nacidos con peso mayor a 4,5Kg", puntualizó.
La doctora Carla Musso, coordinadora de Diabetes del Hospital Universitario Fundación Favaloro indicó a Infobae: “Desconocer la enfermedad implica no realizar tratamiento, razón por la cual la diabetes evoluciona hasta presentar complicaciones agudas como mayor riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular”. “Por eso –señaló Musso- es necesario profundizar las campañas de información sobre esta patología como lo venimos haciendo desde hace 5 años en nuestro Hospital”.
Y agregó: “El diagnóstico y el tratamiento tempranos son cruciales para prevenir complicaciones. Hoy con la epidemia de obesidad, que se relaciona estrechamente con la diabetes, todas las familias se ven potencialmente afectadas y, por lo tanto, el conocimiento de los signos, síntomas y factores de riesgo -para todos los tipos de diabetes- es vital para detectarla tempranamente”.